En este mes de septiembre, vuelven los acontecimientos familiares: bodas, bautizos, etc. Raro es que no tengamos que realizar compras para "nuestras princesas", para asistir a estos actos. La cuestión es que a veces, los numerosos compromisos y la coincidencia de familiares y amigos en las mismas celebraciones (por ejemplo, las primeras comuniones en mayo), nos pone a prueba el fondo de armario.
Ante estos imprevistos y para evitar gastos, hoy os traigo una propuesta que espero que os pueda servir de inspiración para estas situaciones.
Ante estos imprevistos y para evitar gastos, hoy os traigo una propuesta que espero que os pueda servir de inspiración para estas situaciones.
Vamos a improvisar un vestido de ceremonia, que parece serlo, pero que en el fondo no lo es. Es decir, vamos a inventar un modelo de fiesta, partiendo de una camiseta y de una falda. Que juntas, hacen las funciones de un vestido, pero que utilizándolas individualmente, formarían parte de otros looks completamente distintos, duplicando el uso de ambas prendas.
En este caso, he elegido una camiseta de encaje, de punto elástico, de color blanco. Es de la marca Freestyle, que compré en El Corte Inglés. La aplicación que lleva en la cintura, es un coletero de color negro (que podéis ver en el post Mis coleteros y diademas para ocasiones especiales), que hice para otro vestido y que va prendido al top con un imperdible.
La falda de tul, es de color negro, de Zara. Y toda una prenda básica en cualquier armario, para sacarnos de cualquier apuro. Que se puede adquirir fácilmente todas las temporadas, pues es un clásico, que se suele incluir en las colecciones de varias marcas de moda infantil.
La falda de tul, es de color negro, de Zara. Y toda una prenda básica en cualquier armario, para sacarnos de cualquier apuro. Que se puede adquirir fácilmente todas las temporadas, pues es un clásico, que se suele incluir en las colecciones de varias marcas de moda infantil.
El conjunto queda muy elegante y perfecto con unas manoletinas negras.
