La respuesta a esta pregunta creo que es bien sencilla. No creo que exista familia alguna que teniendo hijas de edad superior a los 6 años, viva indiferente a este sorprendente fenómeno fan. Es más, serán muy pocas las viviendas donde habiendo chicas, no haya al menos una muñeca Monster High.
Ni siquiera recuerdo con claridad como empezó todo esto. Bueno, quizás sí. Visitando unos grandes almacenes, vimos un escueto mueble estantería de cartón con algunas muñecas y peluches. Las encontré tan horribles que me negué a comprarle una (se trataba de Frankie Stein). El tiempo fue pasando y una miniserie apareció en televisión, con escuetos episodios de muy escasa duración. Pero en el cole ya se empezaba a hablar mucho de estas muñecas y algunas niñas empezaban a coleccionarlas. Había comenzado la fiebre "Monster High".
Mi hija se compró su primera muñeca con sus ahorros, se trataba de "Abbey Bominable" y a partir de ahí entramos en una espiral sin retorno. La carta a sus Majestades de Oriente sólo hablaba de lo mismo, una relación de extraños nombres indescifrables.
Sus Majestades, que nunca se desesperan porque ya llevan siglos de experiencia en estas lides, empezaron a sufrir de estrés por todo el trabajo que les quedaba por delante. Puesto que encontrar las ansiadas muñecas era una cuestión clasificada de misión imposible y de alto riesgo en algunos casos (me refiero a las peleas cuerpo a cuerpo en cierta famosa juguetería). Tanto fue así, que antes de ponerse manos a la obra, se comenta que necesitaron hacer un cursillo acelerado para conocer todos sus nombres e identificarlas en sus distintas versiones: asustadoras, fiesta fashion, fiesta de pijamas, playa, primeras versiones, segundas versiones, las camas, la hidrocápsula,...
Uniendo a todo esto, las colecciones de estampas photocards y la actual de adhesivos. El caso es que poco a poco sus monstruosas presencias se fueron apoderando de nuestra casa: Toralei, Operetta, Nefera de Nile, Cupido como últimas adquisiciones. Y no obstante, se siguen multiplicando constantemente como si de una plaga se tratase. Isla Calavera, Sweet 1600, el coche de Draculaura, el tocador de Cleo de Nile, Holween (la hermana pequeña de Clawdeen Wolf), las hermanas gatas amigas de Toralei y etc,etc,etc.
Pero no contentos con esta invasión, empezaron la aparición de los complementos para "nuestras princesas": broches, pinzas para el pelo, pulseras clic clac, bolsos, relojes, camisetas...
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Arriba izquierda: pulseras clic clac. Arriba derecha: broches para la ropa y mochilas. Abajo izquierda: cordones para calzado deportivo. Abajo derecha: pinzas de clip para el pelo. |
Los bolsos
Y luego, para redondear el asunto, aparecieron los disfraces como el de la foto, que es de Frankie Stein, con peluca incluida, aunque no aparezca en la foto. También disponibles los de Draculaura, Clawdeen, Lagoona, Cleo.
Ojalá que la duración de esta moda por la salud de nuestros bolsillos, no exceda de la edad de sus protagonistas (me refiero a los 1600 años de Draculaura), ja,ja,ja...